Filipenses 4:4-7
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

El Alma se libera con tan solo dar gracias a Dios en todo tiempo y lugar
La gratitud nos mantiene conscientes de que el Señor está cerca de nosotros siempre. El ser agradecidos nos dirige a buscar el propósito de Dios en medio de las circunstancias y el tiempo.
Nos enseña a someter nuestra voluntad a la de Dios y aprendemos a depender solo de sus bendiciones. Nos recuerda que somos sus hijos, y ovejas de su prado.
El agradecimiento es un ingrediente esencial para tener gozo. Fortalece nuestro testimonio ante los incrédulos.
Dar gracias al Señor centra nuestra atención en Él, en vez de nuestras circunstancias. Cuando estamos pasando por desiertos y tribulaciones, pensamos que no vamos a salir de esta situación que enfrentamos, la mejor que podemos hacer es dar gracias a Dios y esa acción nos infunde fuerzas nuevas.
La gratitud transforma la ansiedad en una paz, que sobrepasa todo entendimiento. Su palabra dice que Él guardara en completa paz a aquel cuyo pensamiento confía en Él. El ser obediente a Dios nos beneficia grandemente a nosotros mismos.
Así que Todas las dificultades que estemos enfrentando hoy son pasos para lograr el propósito y plan divino de Dios para nuestra vida. Cuando estamos pasando momentos difíciles Dios está viendo la victoria en nosotros, con un futuro Glorioso preparados a los que esperan en Él…
Así que agradece a Dios en vez de quejarte…. ¡Gracias Señor!